martes, 22 de marzo de 2011

3. Melbourne, o el inicio de todo


Sin darme cuenta pasaré unos cuantos días en esta ciudad, la más europea de Australia, dicen.
Una ciudad moderna con un centro prácticamente dedicado a oficinas y negocios, con edificios de cien años, un inmenso extrarradio residencial y playas, muchas playas...

Me gusta ver callejones con coloridos grafittis,

y perderme con Evelin por el corazón de la ciudad y sus parques


Algo que enseguida me daré cuenta en Australia es que es el país de los pájaros. Los hay de todo tipos y colores y me quedo con la boca abierta de los sonidos tan diferentes que pueden emitir.

Tengo que reconocer que me encuentro muy a gusto en la ciudad. Echaba de menos una ciudad grande y todo lo que ello conlleva: tiendas, movimiento, gente, mercados, música, ruido, conciertos…

Pero llega el momento de la verdad. Ha pasado mucho tiempo sin coger la bici y ya hay ganas. Por delante me esperan muchos kilómetros. Y estoy ansioso por empezar.

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