martes, 22 de marzo de 2011

4. Camino a Adelaide

Y llegó el día. Eve se vuelve a Italia y yo inicio la odisea australiana.
Estoy realmente fascinado por los pájaros australianos. Es un placer verles volar en formación o escuchar sus escandalosas coreografías. Los amaneceres y atardeceres son los momentos en los que llegan al clímax, el ruido es ensordecedor y hace imaginarme que estoy en la jungla. Sobretodo porque abundan los loros, de todos los colores. Y entre todos ellos, los de cresta amarilla son los que más ruido meten. Y me encantan. Porque parece que me hablan cuando ruedo con ellos siguiéndome entre árboles
La Great Ocean Road ha pasado de ser la vía principal de comunicación de la región a ser una carretera meramente turística
Y es que razón no le falta porque aunque tenga muchos repechos y el día no salga como hubieras deseado, es espectacular.

Me vienen muchos recuerdos de la costa oeste de Nueva Zelanda aunque aquí, al menos, no hay sandflies…

Es un sitio con tradición surfera…
… con cantera

Y aunque el trozo de costa más famoso es el que alberga a los “12 Apóstoles”,

lo cierto es que hay muchos sitios hermosos donde uno puede relajarse y disfrutar del sol y la tarde…

… antes de acampar y ser testigo del momento mágico de la caída del astro Rey

Los días pasan y la maquinaria empieza a engrasar. Para mí estos 1.000 km hacia Adelaide no son más que un calentamiento para lo que viene después. Empiezo a percibir qué es Australia, empiezo a aprender que aquí las distancias son descomunales y que hay que cultivar la paciencia y aprender a mantener la mente entretenida como sea. Debo preparar más la cabeza que las piernas.
Los australianos se me muestran gente cercana y amigable. Poco a poco voy viendo a auténticos personajes de película de Tarantino, algún día voy a por ellos, si es que logro entenderles alguna palabra… Porque con las ovejas no logro comunicarme. Me miran que me acojonan…

… y por ahora la vida es fácil. Hay pueblos más o menos cercanos,
buenos sitios para dormir…

… y verde.
Ya llegarán las vacas flacas. Seguro. Salgo hacia el Outback y creedme que le tengo muchas ganas.

2 comentarios:

  1. Suerte en el Outback!! A usted que le gusta mucho la carne, veo que va a tener toda que quiera.
    Seguro que se puede aprovechar un buen solomillo de algun canguro muerto en la cuneta. Apartar un poco los gusanos y listo.

    Impresionantes fotos de los "12 apostoles".
    Izan ondo eta zaindu!!!!!

    Abuelo Highlander

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  2. Not only canguros, but also serpientes...no bones! :-) Amazing pictures, you had the sun for the most important moment! :-) BACI

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